lunes, 25 de abril de 2016

'Estos animales nunca debieron salir de la selva'


Los ríos y quebradas, las ceibas, las lianas que sobresalen entre la espesura, el clima húmedo y el ecosistema del bosque, esperaban a los más de 300 animales silvestres que fueron liberados el domingo pasado por voluntarios y ambientalistas, en la Semana de la Sostenibilidad Ciclo Siete, liderada por la empresa Portafolio Verde.

La actividad estuvo a cargo de la Corporación Autónoma Regional Rionegro Nare (Cornare), la Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia (Corantioquia) y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, autoridades ambientales, que dedican sus esfuerzos a la incautación, recuperación y rehabilitación de estas especies.

Según Pilar Restrepo, subdirectora Ambiental del Área Metropolitana, los animales, después de ser víctimas del tráfico ilegal, de la incautación o entrega voluntaria, pasan un largo periodo de recuperación y adaptación, lo que implica no solo costos económicos, sino también ecosistémicos, pues estos individuos son importantes para el sostenimiento de los ecosistemas.En el Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre (CAV) del Área, en el municipio de Barbosa, son atendidos 13.000 animales cada año, pero solo algunos logran recuperarse de las mutilaciones y vejámenes a los que son sometidos y regresar a su hábitat.

Esta vez, el objetivo de devolver a la naturaleza lo que le habían extraído se cumplió. En jaulas y guacales, los animales fueron transportados por los más de 150 voluntarios hasta lugares remotos del oriente de Antioquia, donde el único sonido es el caudal de los ríos, los grillos y el viento.

Las zarigüeyas
fueron las primeras en recuperar su libertad. Las jaulas fueron abiertas y ellas, en medio de la confusión, salieron despacio, precavidas, mirando al espesor, oliendo y sintiendo por primera vez en mucho tiempo esa selva. Muchas salieron corriendo, otras aguardaron en el mismo punto, silenciosas sin saber qué hacer.
Las zarigüeyas o 'chuchas' son animales silvestres que pasan mucho tiempo en los árboles. Son omnívoros y, al verse en peligro, se hacen las muertas. Cuando se ven en peligro, producen sonidos agudos y un olor intenso de orina. Paola Morales Escobar.
Mientras la liberación continuaba, Margarita Vallejo, analista de proyectos de Biodiversidad de Ciclo Siete, le explicaba de la importancia de las Zarigüeyas a Reider Álvarez, un niño de la región.
“Esta especie es un marsupial, más tiene cola prensil con la que pueden agarrarse de las ramas. Lo más importante es que debido a que se alimentan de frutos, son importantes para la dispersión de semillas”, le dijo Vallejo al niño de 8 años.no una rata como piensan. Tienen a sus crías en un marsupio o bolsita, como los canguros y después de tenerlos los cargan meses en su lomo,  además tiene cola prensil con la que pueden agarrarse de las ramas. Lo más importante es que debido a que se alimentan de frutos, son importantes para la dispersión de semillas”, le dijo Vallejo al niño de 8 años.
Tras caminar unos cuantos metros, los voluntarios sacaron las boas de los contenedores y estas se deslizaron por el río, su instinto animal aún estaba allí, en los genes, haciendo frente a la exuberancia y belleza de sus formas.
Los niños y niñas, se sorprendieron maravillados de verlas nadar y desaparecer en el caudal, en la espesura de la selva.
“Es donde siempre debieron estar, por eso hoy las devolvemos acá”, dijo Martina Mesa, una niña de 10 años, que iba acompañada de su padre.
Para Vallejo, en el trabajo de sensibilización ambiental, lo más estratégico es el trabajo con niños, porque entre más temprano sea el contacto con la naturaleza y sea sometido a cuestionamientos, menos costos tendrá que asumir la naturaleza, porque crecerá con un criterio medioambiental distinto.
Cría de tortugas
Algunas de las tortugas que fueron liberadas hacen parte del proyecto de conservación de tortuga de río, de la asociación de ambientalistas Futuro Verde, del corregimiento Estación Cocorná del municipio de Puerto Triunfo, en el Magdalena Medio.
Isabel Romero dedica su vida a la conservación de la tortuga de río (Podocnemis lewyana), especie en vía de extinción que sólo se reproduce en las cuencas de los ríos Magdalena, Cauca, Sinú y San Jorge. Es perseguida por su carne y huevos. Paola Morales Escobar.

'Estos animales nunca debieron salir de la selva'

Como parte de la Semana de la Sostenibilidad, devolvieron a su hábitat a animales silvestres.

Por PAOLA MORALES ESCOBAR |  9:36 p.m. | 18 de abril de 2016

En jaulas, cajas y guacales, las tortugas, zarigüeyas, ardillas y boas fueron transportados por los más de 150 voluntarios hasta lugares remotos del oriente de Antioquia.
 


miércoles, 20 de abril de 2016

En Aviario de Barú liberan aves incautadas

La práctica es abominable. Una vez capturados y sacados con violencia de su hábitat natural por los traficantes de aves, los flamencos son embutidos en tubos plásticos de PVC, para que se mantengan estirados. Luego, los hermosos flamencos color naranja con blanco, ya empacados, son escondidos en camiones que cargan madera y otros materiales y que viajan rumbo al sur del país donde finalmente son vendidos. La mayoría de estos animales mueren en los largos y tortuosos viajes.
En otros casos, los polluelos de muchas especies son arrebatados de los nidos.

Para comenzar a erradicar esta penosa práctica, jóvenes del Instituto Ecológico Barbacoas del corregimiento de Santa Ana, en la isla de Barú, y 30 voluntarios de la misma región están siendo capacitados en protección de aves y el fin de semana liberaron 32 especies de pájaros que habían sido rescatados por la Corporación Autónoma Regional del Canal del Dique Cardique en operativos contra el tráfico ilegal de aves en la región Caribe.
"Fueron 32 ejemplares liberados entre patos carriquí, espigueros, especies pequeñas de patos barraquetes, garzas nocturnas, y pajaritos pico gordo degollado, entre otros, explicó la zootecnista Johanna Molina, funcionaria del Aviario Nacional de Barú.
Los pájaros liberados hicieron parte de un grupo de 90 aves que Cardique rescató de un restaurante de Cartagena. Todos fueron trasladados hasta el aviario, pero desafortunadamente el 45 por ciento de los animales murieron.
“Muchos llegaron con alas y extremidades amputadas, y los que sobrevivieron tienen que estar en un proceso de recuperación en el aviario”, agregó la zootecnista Molina.
La liberación se produjo en la ciénaga de Puerto Naito cerca al Aviario, y aunque en esta oportunidad no hubo flamencos, esta ave del Caribe también está en la mira de los traficantes.
La actividad fue liderada por el Aviario Nacional de Colombia y la Corporación Turismo Cartagena de Indias (Corpoturismo) con su programa de inclusión Cartagena Mía.
"Se trató de una experiencia educativa, de cara a crear conciencia sobre la necesidad de proteger los recursos naturales, como una medida para avanzar hacia la sostenibilidad de las ciudades y los destinos de turismo", dijo Zully Salazar Fuentes, presidenta de Corpoturismo.
La jornada comenzó con una charla a los jóvenes sobre cómo operan los traficantes de flora y fauna y cómo se tipifica el delito de tráfico ilegal de fauna silvestre; la actividad culminó con la liberación.
Salazar Fuentes hizo un llamado a los cartageneros a contribuir a la protección de los recursos naturales y, en este caso, las aves nativas, también felicitó al Aviario Nacional de Colombia por esta iniciativa formadora de valores entre jóvenes y voluntarios raizales.
Comenzar por casa
En Cartagena es frecuente el desplazamiento de turistas a entornos naturales, en los cuales son abordados por vendedores de fauna.
Según la Corporación de Turismo, así sucede en el corregimiento de Santa Ana, isla Barú, en donde muchas de sus comunidades además de ser tenedores ilegales de fauna silvestre, venden en la ilegalidad especies de aves nativas de esta región. Así como anualmente niños de las Islas del Rosario liberan tortugas Carey, investigadores del Aviario Nacional liderarán la liberación periódica de aves en Barú, de manos de los jóvenes de la zona. El aviario y La Corporación Turismo se suman a la semana por la Sostenibilidad 2016, que se celebra del 16 al 22 de abril.

miércoles, 6 de abril de 2016

Rana venenosa de Colombia sería una de las maravillas del mundo

Vive en el Chocó Biogeográfico colombiano y su veneno podría matar hasta a 10 adultos

La Alianza por Cero Extinción, una red de organizaciones dedicadas a la conservación, está elaborando la lista de las siete maravillas de la fauna del mundo natural con ayuda de internautas de todo el mundo.
Entre los 20 candidatos, que son especies en peligro, está la rana dorada venenosa (Phyllobates terribilis), que vive en el Chocó Biogeográfico colombiano y es considerado el animal más venenoso del mundo.
La Alianza por Cero Extinción (AZE, por sus siglas en inglés) reúne a más de 80 organizaciones internacionales y espera que la votación ayude a crear conciencia sobre algunas de las especies y sitios más amenazados del planeta.
"Hay acciones internacionales para preserver la herencia irreemplazable de sitios históricos como las pirámides de Giza o el coliseo en Roma. También deberíamos proteger los lugares del planeta que albergan las especies en mayor peligro", dijo Mike Parr, presidente de AZE y vicepresidente de la ONG American Bird Conservancy.
"Estas especies han vivido en la Tierra más tiempo que ningún monumento construido por la acción humana y no podemos permitir que desaparezcan en silencio", agregó el experto.
Para elegir los 20 candidatos, la AZE identificó 587 sitios a nivel mundial en los que viven especies en peligro y que sólo se encuentran en esos ecosistemas . Todos los hábitats contienen al menos una especie calificada como en peligro o en peligro crítico en la lista de la Unión para la Conservación de la Naturaleza, IUCN, por sus siglas en inglés.
El guacamayo añil, otro de los candidatos, vive en el estado de Bahía, en Brasil. También aparecen los búhos más pequeños del mundo, llamados mochudos, que habitan en Perú. Igualmente, el picaflor rojo de Juan Fernández, un colibrí endémico del Archipiélago de Juan Fernández, que actualmente se encuentra sólo en una de las tres islas del archipiélago, la Isla Robinson Crusoe (Chile).
La rana dorada es considerada como uno de los más espectaculares especímenes del planeta. Un solo microgramo del veneno de la terribilis puede matar en segundos a diez adultos y a 10.000 ratones.
Esto ocurre si una persona la toca y accidentalmente las toxinas del animal entran en contacto con su boca o con alguna herida. A partir de ese momento, los músculos de la víctima comenzarán a contraerse, crisis que terminará con una insuficiencia cardíaca irremediable y que no da muchas oportunidades para reaccionar.
Pero a pesar de su poder, la terribilis no ha podido ahuyentar a los cientos de retroexcavadoras, instaladas por mineros ilegales al borde de muchos caudales, que extraen oro de las cuencas chocoanas. Tampoco a los taladores que tumban árboles para comerciar la madera en el mercado negro.
Ellos han destruido su hábitat, restringido a pequeñas porciones de bosque y que al no ser muy extenso la ha hecho más vulnerable. Al mismo tiempo, muchos labriegos, estrictamente por miedo, las matan con solo detectarlas entre la vegetación, y desconocen que aunque es muy peligrosa, esta rana huye al sentir cualquier presencia humana.
Todas estas agresiones han ocurrido mientras este símbolo indiscutible de la fauna y la biodiversidad del país siempre ha sido reconocido por su valor cultural y científico. La comunidad indígena embera, del Chocó, utiliza la toxina de la rana para envenenar las armas que emplean para cazar.
Esto lo logran al frotar suavemente la punta de las flechas en el dorso del anfibio, con lo que un simple dardo de madera se transforma en pocos segundos en un artefacto mortal. Ellos dicen que el efecto de una porción de veneno en sus flechas dura hasta dos años. La terribilis también es fuente de inspiración científica.
Según la Academia Nacional de Ciencias, su veneno, que produce al alimentarse de un escarabajo, puede ser usado para el desarrollo de analgésicos, que muchas veces pueden ser 200 veces más potentes que la morfina.